miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL PRIMER DÍA DEL AÑO, 1º. de enero, ESTÁ CONSAGRADO A LA SSMA. VIRGEN María Madre de Dios

LA IGLESIA CATÓLICA CELEBRA ESE DÍA LA "JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ" INSTITUIDA POR EL PAPA PABLO VI

(informamos a continuación sobre la celebración en la iglesia catedral de Santa Florentina y el recordatorio de Mons. Alfredo Mario Esposito, en el primer aniversario de su fallecimiento)
La Iglesia Católica quiere comenzar el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María. La fiesta mariana más antigua que se conoce en Occidente es la de "María Madre de Dios". Ya en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma y donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa, en tiempos de las persecuciones, hay pinturas con este nombre: "María, Madre de Dios".

Santa María Madre de Dios

El Obispo Mons. Oscar Sarlinga celebrará la misa en la iglesia catedral de Santa Florentina, en Campana, el día 31, a las 20. Al término de la celebración eucarística en honor de la Santísima Virgen María, Madre de Dios, invitará a los fieles que deseen hacerlo, a descender a la iglesia criptal para rezar un responso al primer obispo de la diócesis, Mons. Alfredo Mario Esposito, al año de su fallecimiento (falleció el 1ro. de enero de 2009, en primeras horas de la mañana).

Tornando al tema de la Ssma. Virgen, Madre de Dios, podemos considerar:

Qué hermoso repetir lo que decía San Estanislao: "La Madre de Dios es también madre mía". Quien nos dio a su Madre santísima como madre nuestra, en la cruz al decir al discípulo que nos representaba a nosotros: "He ahí a tu madre", ¿Será capaz de negarnos algún favor si se lo pedimos en nombre de la Madre Santísima?

Al saber que nuestra Madre Celestial es también Madre de Dios, sentimos brotar en nuestro corazón una gran confianza hacia Ella.

Cuando en el año 431 el hereje Nestorio se atrevió a decir que María no era Madre de Dios, se reunieron los 200 obispos del mundo en Éfeso (la ciudad donde la Santísima Virgen pasó sus últimos años) e iluminados por el Espíritu Santo declararon: "La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios". Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".

El título "Madre de Dios" es el principal y el más importante de la Virgen María, y de él dependen todos los demás títulos y cualidades y privilegios que Ella tiene.

Los santos muy antiguos dicen que en Oriente y Occidente, el nombre más generalizado con el que los cristianos llamaban a la Virgen era el de "María, Madre de Dios".

Ofrecemos a continuación el primer discurso del Papa Pablo VI en la recién instituida "Jornada mundial de la Paz"

EL PAPA PABLO VI, quien instituyó el primer día de enero como la JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ

MENSAJE DE PABLO VI

1 DE ENERO DE 1968

AÑO NUEVO: DÍA DE LA PAZ

MENSAJE POR LA JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ DE 1968

Nos dirijimos a todos los hombres de buena voluntad para exhortarlos a celebrar el "Día de la Paz" en todo el mundo, el primer día del año civil, 1º de enero de 1968. Sería Nuestro deseo que después, cada año, esta celebración se repitiese como presagio y como promesa, al principio del calendario que mide y describe el camino de la vida en el tiempo, de que sea la Paz con su justo y benéfico equilibrio la que domine el desarrollo de la historia futura.

Nos pensamos que esta propuesta interpreta las aspiraciones de los pueblos, de sus gobernantes, de las entidades internacionales que intentan conservar la Paz en el mundo, de las instituciones religiosas tan interesadas en promover la Paz, de los movimientos culturales, políticos y sociales que hacen de la Paz su idea, de la juventud -en quien es más viva la perspicacia de los nuevos caminos de la civilización, necesariamente orientados hacia un pacífico desarrollo- de los hombres sabios que ven cuán necesaria es hoy la Paz y al mismo tiempo cuán amenazada está.

La proposición de dedicar a la Paz el primer día del año nuevo no intenta a calificarse como exclusivamente nuestra, religiosa, es decir católica; querría encontrar la adhesión de todos los amigos de la Paz, como si fuese iniciativa suya propia, y expresarse en formas diversas, correspondientes al carácter particular de cuantos advierten cuán hermosa e importante es la armonía de todas las voces en el mundo para la exaltación de este primer bien que es la Paz, en el múltiple concierto de la humanidad moderna.

La Iglesia Católica, con intención de servicio y de ejemplo, quiere simplemente "lanzar la idea", con la esperanza de que alcance no sólo el más amplio asentimiento del mundo civil, sino que tal idea encuentre en todas partes múltiples promotores, hábiles y capaces de expresar en la "Jornada de la Paz", a celebrarse al principio de cada nuevo año, aquel sincero y fuerte carácter de humanidad consciente y redimida de sus tristes y funestos conflictos bélicos, que sepa dar a la historia del mundo un desarrollo ordenado y civil más feliz.

La Iglesia Católica procurará llamar a sus fieles a celebrar "la Jornada de la Paz" con las expresiones religiosas y morales de la fe cristiana; pero considera necesario recordar a todos aquellos que querrán compartir la oportunidad de tal "Jornada", algunos puntos que deben caracterizarla; y el primero entre ellos, la necesidad de defender la paz frente a los peligros que siempre la amenazan: el peligro de supervivencia de los egoísmos en las relaciones entre las naciones; el peligro de las violencias a que algunos pueblos pueden dejarse arrastrar por la desesperación, al no ver reconocido y respetado su derecho a la vida y a la dignidad humana; el peligro, hoy tremendamente acrecentado, del recurso a los terribles armamentos exterminadores de los que algunas potencias disponen, empleando en ello enormes medios financieros, cuyo dispendio es motivo de penosa reflexión ante las graves necesidades que afligen el desarrollo de tantos otros pueblos; el peligro de creer que las controversias internacionales no se pueden resolver por los caminos de la razón, es decir de las negociaciones fundadas en el derecho, la justicia, la equidad, sino sólo por los de las fuerzas espantosas y mortíferas.

La paz se funda subjetivamente sobre un nuevo espíritu que debe animar la convivencia de los pueblos, una nueva mentalidad acerca del hombre, de sus deberes y su destino. Largo camino es aún necesario para hacer universal y activa esta mentalidad; una nueva pedagogía debe educar las nuevas generaciones en el mutuo respeto de las naciones, en la hermandad de los pueblos, en la colaboración de los pueblos entre sí y también respecto a su progreso y desarrollo. Los organismos internacionales instituidos para este fin, deben ser sostenidos por todos, mejor conocidos, dotados de autoridad y de medios idóneos para su gran misión. La "Jornada de la Paz" debe hacer honor a estas instituciones y rodear su trabajo de prestigio, de confianza y de aquel sentido de expectación que debe tener en ellas vigilante el sentido de sus gravísimas responsabilidades y fuerte la conciencia del mandato que se les ha confiado.

Una advertencia hay que recordar. La paz no puede estar basada sobre una falsa retórica de palabras, bien recibidas porque responden a las profundas y genuinas aspiraciones de los hombres, pero que pueden también servir y han servido a veces, por desgracia, para esconder el vacío del verdadero espíritu y de reales intenciones de paz, si no directamente para cubrir sentimientos y acciones de prepotencia o intereses de parte. No se puede hablar legítimamente de paz, donde no se reconocen y no se respetan los sólidos fundamentos de la paz: la sinceridad, es decir, la justicia y el amor en las relaciones entre los Estados y, en el ámbito de cada una de las naciones, de los ciudadanos entre sí y con sus gobernantes; la libertad de los individuos y de los pueblos, en todas sus expresiones cívicas, culturales, morales, religiosas; de otro modo no se tendrá la paz -aún cuando la opresión sea capaz de crear un aspecto exterior de orden y de legalidad-, sino el brotar continuo e insofocable de revueltas y guerras.

Es, pues, a la paz verdadera, a la paz justa y equilibrada, en el reconocimiento sincero de los derechos de la persona humana y de la independencia de cada nación a la que Nos invitamos a los hombres sabios y fuertes a dedicar esta jornada.

Así, finalmente, es de augurar que la exaltación del ideal de la paz no favorezca la cobardía de aquellos que temen deber dar la vida al servicio del propio país y de los propios hermanos cuando éstos están empeñados en la defensa de la justicia y de la libertad, y que buscan solamente la huida de la responsabilidad y de los peligros necesarios para el cumplimiento de grandes deberes y empresas generosas: paz no es pacifismo, no oculta una concepción vil y negligente de la vida, sino proclama los más altos y universales valores de la vida: la verdad, la justicia, la libertad, el amor.

Por la tutela de estos valores, Nos los colocamos bajo la bandera de la paz e invitamos a hombres y naciones a levantar al amanecer del año nuevo: esta bandera que debe guiar la nave de la civilización, a través de las inevitables tempestades de la historia, al puerto de sus más altas metas.

A vosotros, venerables Hermanos en el Episcopado, a vosotros, hijos y fieles queridísimos de Nuestra Santa Iglesia Católica:

Dirigimos la invitación que arriba hemos anunciado: la de dedicar a los pensamientos y a los propósitos de la Paz una celebración particular en el día primero del año civil, el 1deg. de enero del próximo año.

Esta celebración no debe alterar el calendario litúrgico que reserva el primer día del año al culto de la Maternidad Divina de María y al nombre Santísimo de Jesús; antes bien, estas santas y suaves memorias religiosas deben proyectar su luz de bondad, de sabiduría y de esperanza sobre la imploración, la meditación, la promoción del grande y deseado don de la Paz, de que el mundo tiene tanta necesidad.

Os habréis percatado, venerables Hermanos y queridos hijos, con cuánta frecuencia Nuestras palabras repiten consideraciones y exhortaciones sobre el tema de la Paz; no lo hacemos para ceder a una costumbre fácil, ni para servirnos de un argumento de pura actualidad; lo hacemos porque pensamos que lo exige Nuestro deber de Pastor universal: lo hacemos porque vemos amenazada la Paz en forma grave y con previsiones de acontecimientos terribles que pueden resultar catastróficos para naciones enteras y quizá también para gran parte de la humanidad; lo hacemos porque en los últimos años de la historia de nuestro siglo ha aparecido finalmente con mucha claridad que la Paz es la línea única y verdadera del progreso humano (no las tensiones de nacionalismos ambiciosos, ni las conquistas violentas, ni las represiones portadoras de un falso orden civil); lo hacemos porque la Paz está en las entrañas de la religión cristiana, puesto que para el cristiano proclamar la Paz es anunciar a Cristo: "El es nuestra Paz" (Ef 2, 14); el suyo es "Evangelio de Paz" (Ef 6, 15): mediante su sacrificio en la Cruz, El realizó la reconciliación universal y nosotros, sus seguidores, estamos llamados a ser "operadores de la Paz" (Mt 5, 9) y sólo del Evangelio, al fin, puede efectivamente brotar la Paz, no para hacer débiles ni flojos a los hombres, sino para sustituir en sus espíritus los impulsos de la violencia y de los abusos por las virtudes viriles de la razón y del corazón de un humanismo verdadero; lo hacemos, finalmente, porque querríamos que jamás nos acusasen Dios ni la historia de haber callado ante el peligro de un nuevo conflicto entre los pueblos, el cual como todos saben, podría revestir formas imprevistas de terror apocalíptico.

Es necesario siempre hablar de Paz. Es necesario educar al mundo para que ame la Paz, la construya y la defienda; contra las premisas de la guerra que renacen (emulaciones nacionalistas, armamentos, provocaciones revolucionarias odio de razas, espíritu de venganza, etc.) y contra las insidias de una táctica de pacifismo que adormece al adversario o debilita en los espíritus el sentido de la justicia, del deber y del sacrificio, es preciso suscitar en los hombres de nuestro tiempo y de las generaciones futuras el sentido y el amor de la Paz fundada sobre la verdad, sobre la justicia, sobre la libertad, sobre el amor (cfr. Juan XXIII, Pacem in Terris).

Que la gran idea de la Paz tenga, especialmente para nosotros, seguidores de Cristo, su jornada solemne en el comienzo del año nuevo 1968.

Nosotros, los creyentes del Evangelio, podemos infundir en esta celebración un tesoro maravilloso de ideas originales y poderosas, como la de la hermandad intangible y universal de todos los hombres que deriva de la Paternidad de Dios única, soberana y amabilísima, y que proviene de la comunión que, in re vel in spe, nos une a todos a Cristo; y también de la vocación profética que en el Espíritu Santo llama al género humano a la unidad no sólo de conciencia sino de obras y de destinos. Nosotros podemos, como ninguno, hablar del amor al prójimo. Nosotros podemos sacar del precepto evangélico del perdón y de la misericordia gérmenes regeneradores de la sociedad. Nosotros, sobre todo, Hermanos venerabilísimos e Hijos dilectísimos, podemos tener un arma singular para la Paz: la oración, con sus maravillosas energías de tonificación moral y de impetración de trascendentes factores divinos de innovaciones espirituales y políticas, y con la posibilidad que ella ofrece a cada uno para examinarse individual y sinceramente acerca de las raíces del rencor y de la violencia que pudieran encontrarse en el corazón de cada uno.

Tratemos, por tanto, de inaugurar el año de gracia 1968 (año de la fe que se convierte en esperanza), orando por la Paz; todos, en lo posible juntos en nuestras Iglesias y en nuestras casas; es lo que por ahora os pedimos; que no falte la voz de nadie en el gran coro de la Iglesia y del mundo que invoca de Cristo, inmolado por nosotros, dona nobis pacem.

martes, 21 de diciembre de 2010

EN NOCHEBUENA TENDRÁN LUGAR LAS FIESTAS PATRONALES DE LA IGLESIA CO-CATEDRAL DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR, EN BELÉN DE ESCOBAR (ZÁRATE-CAMPANA)

Imagen del Belén en Iglesia Cocatedral de la Natividad del Señor

La iglesia de la Natividad del Señor, co-catedral de la diócesis de Zárate-Campana, tiene el día de sus fiestas patronales en Navidad. Este año será considerada patronal la misa de Nochebuena, para lo cual el 17 de diciembre comienza una novena de oración, reflexión y acción apostólicas, bajo el lema “La Iglesia crece cuando vive en comunidad”. Cada día de la novena está inspirado en uno de los puntos del documento de la Vta. Conferencia General del Episcopado de Latinoamérica y del Caribe, en Aparecida.

Templo Iglesia Cocatedral Natividad del Señor de Belén de Escobar

El 24 por la noche el Obispo Mons. Oscar Sarlinga celebrará la Misa de Gallo, con la concelebración del cura párroco, Pbro. Daniel Bevilacqua, y de los sacerdotes colaboradores de la jurisdicción parroquial, Pbro. Mauricio Aracena, Pbro. Nicolás Guidi, Pbro. Alfredo Antonelli, vicario parroquial, y Mons. Marcelo Monteagudo, Delegado para las misiones y Representante legal del colegio “Santa María” de Escobar. Será la ocasión en que nuestro Obispo transmitirá a la diócesis su “mensaje de Navidad”. En tanto parroquia, la Natividad del Señor tiene una vasta y poblada jurisdicción, que incluye la atención de la parroquia de “Nuestra Señora de Itatí y San Juan de la Cruz”, con sus numerosas capillas, además de varios barrios y sectores del partido de Escobar. El templo co-catedralicio cuenta con unas bellísimas imágenes francesas del siglo XIX (en especial la del pesebre, con el Niño Jesús, María y José), así como con un valioso lienzo que representa a Nuestra Señora de los Buenos Aires, y una estatua de la misma advocación, entronizada este año 2010 en la festividad de los migrantes e itinerantes.

Natività, de Giotto
Cabe destacar que la ciudad de Belén de Escobar se encuentra en el partido de “Escobar” (que comprende también Garín, Ing. Maschwitz, Matheu y una parte de Maquinista Savio) y su iglesia matriz fue declarada por la Congregación de los Obispos como “co-catedral” de la diócesis de Zárate-Campana, en el año 2008. El 9 de mayo de 2009, con ocasión de las fiestas patronales de la diócesis (Nuestra Señora de Luján) la comunidad diocesana entera fue consagrada allí al Sagrado Corazón de Jesús, por el obispo, Mons. Oscar Sarlinga, todo el clero y numerosísimos fieles laicos que acudieron a la celebración.

LUGAR DEL NACIMIENTO DE JESÚS, EN BELÉN DE JUDEA
 Según el historiador Aldo Abel BELIERA, antes de la creación del pueblo de “Belén”, este lugar y sus inmediaciones era conocido por una posta, donde paraban para el descanso tanto pasajeros como animales que arrastraban las carretas, jinetes, o conductores de otros medios de transporte de la época que circulaban por el camino real para dirigirse a la provincia de Santa Fe. Esta posta es citada en documentos desde el año 1768 en el paraje de la “cañada de Escobar abajo”. El origen “Escobar” se remonta al año 1582, cuando Juan de Garay hace entrega de unas tierras a Alonso de Escobar, bautizando en ese acto a través de la “isla de Escobar”, todo el trayecto del arroyo, que toma el nombre Escobar o cañada de Escobar. Actualmente se la considera sociológicamente parte del Gran Buenos Aires y su población es de aproximadamente 300.000 habitantes.

viernes, 10 de diciembre de 2010

LAS PARROQUIAS DE LA DIÓCESIS DE ZÁRATE-CAMPANA CELEBRARON LA SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN, Y EN M. SAVIO BODAS DE PLATA DE LA PARROQUIA

EN LA COMUNIDAD "CENACOLO" DE RECUPERACIÓN DE EX-TÓXICODEPENDIENTES, DE LA ASOCIACIÓN CIVIL "SAN LORENZO" SE CELEBRÓ EL 5TO. ANIVERSARIO DEL ESTABLECIMIENTO DE DICHA ASOCIACIÓN DE FIELES EN LA DIÓCESIS

Llegada de la carreta con la imagen de la Inmaculada en Maq. Savio

Imagen de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre de 2010
Procesión de ingreso a la celebración de la Inmaculada Concepción en Maq. Savio
Vista de la asistencia a la Misa de la Inmaculada Concepción en Maquinista Savio

En la diócesis de Zárate Campana todas las parrqouias celebraron a la Inmaculada Concepción de María. En la jurisdicción de la iglesia catedral de Santa Florentina tuvo lugar la tradicional procesión náutica, con la presencia de Mons. Edgardo Galuppo y el Pbro. Hugo Lovatto. Por la tarde tuvo lugar en la iglesia catedral la celebración de las segundas comuniiones solemnes, en eucaristía presidida por Mons. Santiago Herrera. Rector del Seminario. El Sr. Obispo Mons. Oscar Sarlinga presidió la eucaristía, por la mañana, en la comunidad "Cenacolo".

LA COMUNITÀ CENACOLO TIENE SU CASA EN ARGENTINA desde el 8 de diciembre de 2000
El 8 de diciembre de 2005 -día en que celebramos la Inmaculada Concepción de María-la Comunidad Cenáculo abrió su primer casa en la Argentina: Fraternidad "Nuestra Señora de Luján" en Pilar, con la presencia de su fundadora Sor Elvira.
El paso de la resurrección del infierno de las drogas a una vida nueva se afirma en la oración y el trabajo, por ello no es de sorprenderse que tan gran número de jóvenes se sanen aquí. Fue Sor Elvira Petrozzi, quien en la búsqueda de una salida para el creciente número de jóvenes drogadictos, fundó en 1983 la Comunidad Cenacolo.
Informes y Noticias de Argentina:
Comunidad Cenáculo: Fraternidad “Nuestra Sra de Luján“, visitar el sitio web:
www.comunitacenacolo.it (en español)
E-mail de Argentina: lujan@comunitacenacolo.it
Para contactarse con la Comunidad, comunicarse directamente con:
P. Carlos Chaves, Parroquia Santiago Apóstol, tel. 011-4782-8204, Ciudad de Buenos Aires
y a través de los ENCUENTROS DE RECEPCIÓN: JÓVENES Y FAMILIAS,
los 2dos. y 4tos. sábados de mes, a las 10 hs,
en la Parroquia Sagrada Eucaristía, Av. Santa Fe 4320 esq. Uriarte, Plaza Italia, Buenos Aires.
Quien esté interesado en conocer más sobre la Comunicad puede consultar el sitio oficial de la Comunità Cenacolo: www.comunitacenacolo.it (en español y otros idiomas)
Para llegar a la Comunidad Cenacolo:
La dirección es:
Ruta 8 Km 69 - (A la izquierda hay un cartel) Barrio Sakura -
Dentro del barrio: Calles Bernárdez y Cané
Hay un colectivo que sale de Plaza Italia y llega hasta Pilar, es el 57.
También hay un tren que llega a Pilar.
Desde el centro de Pilar o la terminal, si no hay colectivo se puede tomar un remis.
Los días que hay Fiesta en la Comunidad siempre se ponen combis, hay que llamara Adriana Ferreyra o a Alicia Uriburu, los teléfonos son: 4798-9460, 4815-6933.

Por la tarde del día 8, el Obispo recibió junto con los sacerdotes y los seminaristas a la procesión en Maquinista Savio, de la que participaron 4.000 personas, y que culminó en el gran ginmasio parroquial puesto que la capacidad del templo se vio desbordada. Fue la ocasión de celebrar las bodas de plata de la parroquia de la Inmaculada Concepción, de esa localidad que abarca sectores de los partidos de Escobar y de Pilar, y que fue erigida en 1985. En con la multitud que colmó el gimnasio se encontraban fieles de todas las capillas y centros pastorales de la jurisdicción, religiosos, religiosas, un grupo de seminaristas diocesanos, los diáconos permanentes Rev. Heredia y Rev. Cerrano y los sacerdotes que concelebraron con el Obispo, a saber: Mons. Justo Rodríguez Gallego, cura párroco, Mons. Edgardo Galuppo, vicario general (y ex-cura párroco de Maquinista Savio), Mons. Marcelo Monteagudo (delegado para las misiones), Mons. Daniel Ferrari (presidente de la comisión judicial de la diócesis), el Pbro. Nicolás Guidi, el Pbro. José de Estrada y el Pbro. Alfredo Meóniz.


Nuestro Obispo Oscar tuvo la siguiente homilía:

HOMILÍA DE MONS. OSCAR SARLINGA EN LA SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

MAQUINISTA SAVIO (PARTIDOS DE ESCOBAR Y PILAR)

8 de diciembre de 2010, en las “Bodas de Plata” de la parroquia de la Inmaculada Concepción
Queridos hermanos sacerdotes, autoridades civiles, diáconos permanentes, seminaristas, religiosos, religiosas, hermanos y hermanas todos
Proclamamos una vez más a María, con todo nuestro corazón, la Bienaventurada, la Feliz, porque ha creído. Luego de la procesión realizado, que ha sido casi una peregrinación, a lo largo de quince cuadras, con tanta feligresía proveniente de las distintas capillas y centros pastorales, celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción, en las “bodas de plata” de esta parroquia, joven, de esta región, también joven y tan poblada.

I. LO QUE FUE OBRANDO LA VIRGEN INMACULADA EN MAQUINISTA SAVIO

En efecto, tierras de antigua cristiandad no podrían ser éstas, porque no lo son de antigua población, y tampoco han pertenecido a esos centros de la más antigua evangelización de la zona, como el histórico Pilar viejo, o, ya más en el interior de la diócesis, Santiago del Baradero (del siglo XVII) o San Antonio de Areco y Capilla del Señor, ambas poblaciones del siglo XVIII. Con el sucederse de la historia, y porque nada escapa al designio providente de Dios, Él quería que la Inmaculada tuviera su templo en esta región, que estaba llamada a ser un lugar populosísimo de la Provincia de Buenos Aires, y que deviniera, con el tiempo, una jurisdicción parroquial de la diócesis de Zárate-Campana, a la que creó S.S. Pablo VI en 1976.
Según palabras registradas de un testigo directo, de la familia Nieto, en los recientes orígenes de Maquinista Savio se tenía ya desde el inicio la intención de construir una capilla, para lo cual la consecución del terreno acabó materializándose en 1958, ubicado aquél, precisamente, en la división territorial de los partidos de Escobar y Pilar, del lado de la acera de este último. Aunque parezca especial, una calle que separa ambos partidos hace que el actual templo se ubique en la acera correspondiente a Pilar. Por entonces, la familia Beliera donó el terreno para la escuela, y la familia Nieto el de la iglesia, que era un proyecto. Faltaba el templo. En 1980 el cura párroco de Garín, Padre Perna, manifestó la intención de construir dicho templo, más allá de las diferencias entre los límites de los partidos en el que el predio donado se ubicaba. Fue así como en 1981 se edificó la capilla, “Inmaculada Concepción”, con el aporte de donaciones locales y uno significativo de que llegó de los católicos alemanes, gestionado por el Padre Florencio de Del Viso. En 1985 el entonces Obispo diocesano, Mons. Alfredo Mario Espósito, la erigió como parroquia.
Por aquí pasaron, pues, el Padre Perna, el Padre Florencio, el Padre Elías, el Padre Sposaro, el Padre Edgardo Galuppo, el P. Hugo Acuña, y por cierto el P. Justo Rodríguez Gallego quien, junto con los laicos colaboradores, puso un sentido de misionariedad, de comunión y paz. Fue de importancia el aporte pastoral de la diócesis de Toledo a estas tierras, con la voluntad de configurar una parroquia misionera y solidaria, y en esta historia vivida, historia sagrada, continuó, pues, como lo he dicho, Mons. Justo Rodríguez Gallego, junto con sus colaboradores laicos, habiendo concluido el templo parroquial, el cual tuve la dicha de consagrar solemnemente, el 8 de mayo de 2006, hace exactamente 4 años. El Obispado quiso donar el altar, lugar de la Eucaristía, fuente y culmen de la vida cristiana, desde donde es construida y fortalecida, en y por Cristo, la comunidad parroquial. En muy sucinta historia, me comprenderán ustedes, ésta es historia vivida de la comunidad católica de Maquinista Savio, es historia guiada por la mano Providente del Padre, y por la poderosa intercesión de María, la Inmaculada Concepción, la Esposa del Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo nuestro Dios y Señor.

II. LA INMACULADA CONCEPCIÓN, “KEKHARITOUMÉNE” MADRE DEL MESÍAS SALVADOR

Sí, hermanos todos que forman esta multitud reunida en este gran gimnasio, estamos hoy aquí en esta parroquia de la Inmaculada Concepción para manifestar, exclamar, declamar, nuestro amor a María Santísima, Madre de Dios y de la Iglesia, Madre de cada uno de nosotros, pues el Evangelio, asegurándonos que la Virgen es Madre de Dios (Cf Lc 1,26ss) nos ofrece la base granítica, a la que no puede rozar la menor sombra de duda, para dar a María el honor debido y la efusión de un sentimiento afectuoso que, como amoroso eco, se resume en el Hijo, en Cristo. Ella, María, es la “llena de gracia” (Lc 1,28), la Kekharitouméne, la cual nos ha dado a Jesucristo, razón por la que cada uno puede ver cuánto el ejemplo de la Virgen, su intercesión, su protección, nos ayudan grandemente, como fieles suyos, a renovarnos interiormente y a reconciliarnos con Dios y con los hermanos, así como a huir del pecado y de sus consecuencias.
Y la “Inmaculada Concepción”, más que una “advocación”, o “título” de la Virgen, es lo que Ella misma es. La Virgen misma es la Inmaculada Concepción, porque Ella, la Virgen, es la obra maestra de la redención obrada por Cristo. Por la potencia de su amor y de su mediación única y universal, Cristo ha obtenido que la Madre fuera preservada del pecado original; por ello María ha sido totalmente redimida por Cristo, ya antes de ser concebida, en razón de la misión que le reservaba el Padre(1), el ser Madre del Mesías Salvador.

III. EN LA PARROQUIA SE REALIZA TAMBIÉN LA IMAGEN DE LA IGLESIA COMO PUEBLO MESIÁNICO

Es la ocasión, por esto, de redescubrir también hoy, nosotros, a la Iglesia como Cuerpo del Salvador, como Pueblo peregrinante de Jesucristo, el Ungido del Padre, nacido de María Virgen.
La Iglesia es pueblo mesiánico(2) porque, con el don recibido, el «sentido de la fe» procedente de la unción del Espíritu, se hace “pueblo profético” que exhorta con amor y con mansedumbre a todos los hombres a la conversión. También la parroquia tiene ese sentido profético, y también ella posee la misión de ser un centro del “profetismo de la esperanza”, esa esperanza en que todo cuanto ha sido sembrado en 25 años sea cultivado y produzca cosecha abundante, conforme a la voluntad de Dios, que da a uno a sembrar, a otro el cosechar (Cf Jn 4,37).
Para dar testimonio de esa índole mesiánica que tenemos como Pueblo, necesitamos esperanza. Me refiero a la esperanza teologal, más que a las meras “expectativas” o “ganas” o “tendencias” con las que a veces nuestras mentes pueden confundirse, al no escapar del todo al secularismo imperante. La esperanza verdadera es la que “renueva”, porque es Dios mismo quien dijo “Yo hago nuevas todas las cosas”; es Él, con su Gracia, el que tiene el poder de hacernos “nacer de nuevo”, y por eso la esperanza nos hace renacer, y por eso también la enseñanza de la Iglesia reactualiza la palabra que Dios Padre, en el Hijo Jesús (el Verbo) “dice” desde el origen del mundo, y que el Espíritu de Amor reactualiza hoy y hace comprensible, en el tiempo, y en los tiempos nuestros, creaturas históricas, y que podemos hoy resumir en estas tres bíblicas exhortaciones: “escucha”, “recuerda”, “conviértete”. En esto radica la base de la pastoral de una parroquia, a través de “la escucha de la fe”, de la catequesis, y de la misión que de allí procede.
La esperanza, queridos hermanos e hijos, promueve al mismo tiempo una dinámica evangelizadora y promotora de la dignidad humana, de tal modo que hace desarrollar y crecer una interrelación mutua de caridad, de participación, de colaboración, de mutua ayuda, al modo como vemos en la comunidad eclesial del libro de los Hechos (Cf Hech 18,1-4). De tal modo que, movidos por el Espíritu, vivamos unidos los unos a los otros en la humildad, sin sobreestimarnos a nosotros mismos, o creernos los detentores de lo absoluto, del conocimiento, de los poderes, por pequeños que estos sean si los miramos a una escala global; lo malo es cuando a esos poderes los queremos acaparar, y esto sin espíritu de servicio. Por eso es tan importante en una parroquia la corrección fraterna(3) y el ponernos siempre a la escucha, como María, el estar en relación con todos, y en especial con los más pobres, con los pequeños, los sencillos, a la manera como lo refiere San Pablo, es decir, no creyéndonos llenos de sabiduría, “sino con el amor gratuito”(cf 1 Cor 13).
Es con este espíritu como ha de ser comprendida la colaboración y el diálogo, y de ese modo se sientan las bases para “edificar” la Iglesia como pueblo de Dios, como obra agradable a Dios, que asciende “con suave fragancia”, como sacrificio, y que a la vez desciende “como bendición” sobre nuestro pueblo, porque, como ha dicho el Señor a través del profeta Jeremías: “Yo encontraré mi gozo en hacerles el bien” (Jer 32,41).
¡Si tuviéramos más conciencia, psicológica y moral, de cuánto necesitamos colaborar, cada uno según su vocación, elección, misión, a “edificar” la Iglesia!

IV. EN LA INMACULADA SE REFLEJA LA BELLEZA INFINITA

Por último, hermanos y hermanas, oímos hablar tantas veces de relativismo y secularismo; son desafíos que hemos de asumir en una nueva evangelización. Me referiré sólo a una de las manifestaciones de aquéllos, y quiero decirles que existen tantas falsas luces que atraen nuestra atención, nuestra fascinación, tantas pseudo-bellezas que nos encandilan en este mundo en que ni todo ni mucho es como aparece; pseudo-bellezas que en realidad terminen obscureciendo nuestra mirada, y pueden enceguecernos, tales como la fascinación del poder por el poder mismo, el ansia de predominio, la hipocresía que nos deja bellos por fuera (en el mejor de los casos) y feos por dentro, el abuso, el mal uso del sexo, el no poner importancia más que en nuestro propio interés por encima del bien común; son como “luces fatuas”, como pseudo-faros que atraen enfermizamente nuestras potencias y nuestras facultades, pero que en el fondo y al final nos dejan tristeza, una nada interior y un horrendo vacío en nuestra vida.
Y hoy, en la solemnidad de la Inmaculada, ¿no sería acaso la oportunidad de responder a una cuestión semejante, de gran actualidad pastoral, esto es, cómo reproponer en manera adecuada a María a nuestro pueblo, desde la perspectiva de la belleza que atrae nuestras potencias?. Desde la oración y en ella, querríamos hoy también proponer la “vía de la belleza” de María, la que Ella tiene como Esposa del Espíritu Santo, como “toda hermosa” (tota pulchra), como ideal supremo de perfección al que ningún artista ha logrado plasmar en plenitud, como “la Mujer revestida de sol” (Ap 12,1), en la cual los rayos purísimos de la belleza humana se conjugan con los rayos luminosos, soberanos, de la belleza sobrenatural. Sí, también la contemplación de la “Toda Hermosa” nos ayudará en nuestro camino de fe, porque Ella es hermosa porque “Kekharitouméne”, porque llena de gracia, llena del Espíritu, cuya Luz que no tiene fin brilla con incomparable esplendor. La belleza de María nos ayudará a concentrar nuestra mirada y quitarla de las luces fatuas que terminan obscureciéndonos, haciéndonos seres obscuros u obscurecidos, por lo menos. ¡Qué renovada espiritualidad puede surgir de la vía de la belleza!. Se lo auguro a todos ustedes, se lo deseo de corazón, redescubrir, con María, la belleza de la imagen de Dios en nosotros, en la familia, en la comunidad, en la lucha diaria por el bien común.
El Señor conceda a todos, Pastores y fieles, la firmeza y suavidad de la fe, la fuerza de la esperanza y la caridad amorosa, y que la gracia divina esté con ustedes en estas Bodas de Plata de la parroquia, y siempre, como nos lo deseó San Pablo: «la gracia esté con todos aquellos que aman a Nuestro Señor Jesucristo con amor inmutable» (Ef. 6, 24).


Notas:
1 CF BENEDICTO XVI, Audiencia general, Aula Pablo VI, Ciudad del Vaticano, Miércoles 7 de julio de 2010
2 Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, 9.
3 Cf CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, 37.

sábado, 4 de diciembre de 2010

El 8 de Diciembre se tendrán las Celebraciones en la Comunità "Cenacolo"

8 DE DICIEMBRE:CELEBRACIONES EN LA COMUNITÀ "CENACOLO" DE LA ASOCIACIÓN CIVIL "SAN LORENZO" EN LA CASA DE NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN, EN EL QUINTO ANIVERSARIO DE SU ESTABLECIMIENTO EN LA DIÓCESIS


INVITACIÓN: Queridos amigos:
Queremos invitarlos a celebrar con nosotros el 5to. Aniversario de la inauguración de la Comunità Cenacolo en Argentina, con misa presidida por Mons. Oscar Sarlinga, el día miércoles 8 de Diciembre día de la Inmaculada Concepción. Adjuntamos a continuación el programa para las celebraciones de ese día:

A las 11 - Santa Misa. Presidida por nuestro Obispo diocesano, Monseñor Oscar Sarlinga

13. - Almuerzo

15. - Adoración Eucarística. Santo Rosario

17. - Testimonios de los jóvenes. Recital: "De las tinieblas a la luz"

¡LOS ESPERAMOS!

CARTA DE SOR ELVIRA
A continuación, transcribimos una carta de Sor Elvira (Fundadora de la Comunidad) a los jóvenes, extraidas del boletín nº 8 de la Comunità Cenacolo:

"Encontrar a Jesús es Nuestra Fiesta:

Queridos jóvenes, es la hora de recorrer el "santo viaje" de la fe. Ustedes son capaces de resistir, de buscar con tenacidad la alegría hasta el momento de encontrarla. ¡Y la fiesta de ustedes será encontrarlo! No olviden que no están ni estarán más solos: Él está siempre con ustedes porque el cielo de Dios es tu vida, si tú lo aceptas. Nuestro Dios solo espera eso, vive con el gran deseo de que le abramos la puerta para que pueda regalarnos su amor incondicional, fiel, que no desilusiona.
Muchas veces me pregunto cómo hace para amar a cada uno de nosotros, tan distintos, con una ternura así única, particular y personal. Él puede hacerlo porque conoce cada una de nuestras células, Él nos creo y nos quiso, nos llama por el nombre y frente a sus ojos somos: los resucitados, "una creación nueva", porque recibimos el Amor de Dios en ese espacio grandioso que es nuestra vida. Él viene porque es un Dios que ama ser recibido, está en la puerta de nuestra libertad y golpea: no lo dejemos afuera como un mendigo ¡abramos la puerta! Siempre lo repetía el amado Papa Juan Pablo II: ¡Abran,, abran de par en par las puertas a Cristo!" y el santo. Padre Benedicto XVI lo ha confirmado: "No tengan miedo de Cristo. El que lo deja entrar no pierde nada. Él regala todo..." Pero nadie puede hacerlo por nosotros, cada uno recibió el gran don de la libertad, y aunque la usemos mal, Él nos la sigue dando.
El Señor puso en nuestras manos la posibilidad de una vida transparente, alegre, pero para vivirla tenemos que tener el coraje de la oración que nos ilumina, de la Palabra de Dios que nos instruye y nos nutre, de la Iglesia que nos acompaña en el camino.
"Vinimos para adorarlo": esta frase nos lleva a Belén, a los Reyes Magos. También ellos iniciaron un viaje, supieron perseverar y llegaron para ver al Rey que buscaban: hicieron la experiencia del encuentro con Jesús recién nacido, pequeño, que no les dijo nada porque un niño recién nacido no habla, pero los Magos se arrodillaron para adorarlo, fueron locamente iluminados, fuertemente, como para cambiar el camino ¿por qué? Ese nuevo camino es la vida de ellos dada vuelta: allí, en Belén encontraron a Quien es la verdadera libertad, siempre nueva... hoy les toca a ustedes vivir este encuentro, principalmente porque son ustedes los que más quieren la libertad y ser felices. La verdadera libertad es vivir en la fe, dejar actuar al espíritu Santo que vive en nosotros, que nos libera de la esclavitud del pecado, de la cárcel, de las cadenas que se esconden en nuestra cabeza, que sofocan la conciencia.
Ustedes, jóvenes, son el futuro de la humanidad, son nuestra esperanza, son "la estrella de la mañana". No traicionen la confianza que Dios tiene en ustedes, déjenlo entrar, vivir en ustedes, porque Él los está buscando.

Sor Elvira, a los jóvenes y a cada uno de nosotros."